Pueblos Indígenas en Colombia. Entre el etnocidio y el genocidio en tiempos de pandemia

Por: Damaris Paola Rozo


 

La invasión en Abya Yala representó muertes y perdidas culturales, epistémicas, sociales y organizacionales profundas al territorio. Además, trajo consigo un sistema de esclavitud que pretendía despojar a los indígenas de su identidad, historia y memorias. Las instituciones políticas y sociales de los países de la región adoptaron buena parte de este sistema esclavista, racista, explotador y discriminador traído de occidente.

 

Dicho modelo institucional promovió políticas hacia los indígenas en dos dimensiones: asimilacionismo (los indígenas debían amoldarse a los principios católicos y al sistema social propio del pensamiento occidental) o extinción (si había resistencia eran asesinados o morían por trabajos forzoso y nada de alimento).

 

Esto fue así por cientos de años; sin embargo, hacia los años 70 del siglo XX, los indígenas sobrevivientes de estas políticas en Abya Yala (América Latina) se fortalecieron y se organizaron. La internacionalización del movimiento indígena dio lugar a una nueva era de lucha por el reconocimiento de los pueblos indígenas y de sus derechos a la tierra, a sus culturas y a sus saberes ancestrales.

 

A pesar de los avances de las luchas indígenas en la región y en sus respectivos países, los derechos de los pueblos indígenas son vulnerados de forma permanente. En Colombia no solo son acciones estatales las que muchas veces son contrarias a estos derechos, sino que también los pueblos indígenas son amenazados por los grupos armados legales e ilegales, multinacionales que buscan explotar el territorio en el que viven y terratenientes que siguen quitándoles las tierras a los indígenas sin compasión.  

 

En tiempos de pandemia estas problemáticas en contra de los derechos y la supervivencia de los pueblos indígenas en Colombia se han agudizado más. Grupos armados en el Cauca se están tomando territorios indígenas mientras las restricciones y medidas para enfrentar la Covid-19 están vigentes, lo cual ha cobrado la vida de los indígenas embera.

 

Es decir que en el Cauca no solo se busca sobrevivir de la pandemia, sino que también de la violencia. A pesar de las amenazas, los asesinatos y la pandemia, el Estado colombiano no ha implementado políticas de protección efectivas en los territorios de estas comunidades, dejándolas en un peligro latente.

 

En Chocó parece ser la misma historia, pues Bojayá es epicentro de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), situación que tiene en riesgo a la comunidad embera de Pichicora. Esta comunidad vive la pandemia en medio de granadas, asesinatos, amenazas y disparos.

 

Asimismo, mientras se está en medio del conflicto armado, líderes indígenas en Cundinamarca, Caquetá, Nariño, Valle del Cauca, Cauca y Chocó han sido asesinados, de acuerdo a la coordinadora del Sistema de Información de la Organización Somos Defensores Sirley Muñoz. Esto indica que además de la emergencia sanitaria, Colombia tiene una emergencia humanitaria que está contribuyendo al desplazamiento, debilitamiento y extinción de los pueblos indígenas que habitan en territorio colombiano.

 

De igual forma, la pandemia ha implicado graves riesgos para todos los ciudadanos amazónicos, en particular a los pueblos indígenas. Según los Consejos Indígenas, Asociaciones de Autoridades Tradicionales Indígenas del Departamento del Amazonas y la Fundación Gaia Amazonas, los principales riesgos se dan por la desaparición física y cultural de estos pueblos en el país, la necesidad de adecuación de las medidas para enfrentar la pandemia de acuerdo a las condiciones de la región y la precaria institucionalidad de salud en Colombia y América Latina.

 

Estos riegos se profundizan con las dinámicas de contagio en los países vecinos, ya que, en Loreto, Perú se reportan 786 contagios y 39 fallecidos y la amazonia brasileña reporta 3.635 contagiados y 287 muertes, lo cual evidencia la necesidad de que el Estado colombiano adopte medidas fronterizas estrictas y prontas. De lo contrario tendremos muertes masivas en la región Amazonia que afectarán particularmente a los pueblos indígenas.

 

Este panorama, aunque desalentador, es de vital importancia para la toma de decisiones en el país, pues hay que enfrentar tanto los actos violentos perpetrados con el fin de destruir total o parcialmente a los pueblos indígenas sobrevivientes de la colonización en Colombia (genocidio) como la liquidación de las culturas indígenas a través del abandono de estas en medio del conflicto armado, la violencia y los intereses económicos que promueven la deforestación y la contaminación de los ríos  (etnocidio).

 

Esto a su vez, se alinea con la coyuntura en tiempos de pandemia, ya que las alertas han sido encendidas por distintas organizaciones nacionales e internacionales, en pro de la pronta respuesta por parte del Estado para impedir una catástrofe nacional por abandono a los pueblos indígenas.

 

 

Basta ya del abandono estatal en los territorios indígenas y del silencio nacional frente a la situación de los pueblos indígenas. Con voluntad política y trabajo colaborativo es posible cambiar aquel sendero hacia la catástrofe sociocultural en el país.

 

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Diana (martes, 19 mayo 2020 11:27)

    Súper. Muy realista. Me encantó la claridad del texto, aunque me deja Abrumada con la violencia de nuestro país.