Con la llegada de Iván Duque a la presidencia, el acuerdo de paz ha sido hecho trizas: el programa de restitución de tierra no avanza, los líderes sociales son asesinados casi diariamente, la política desarrollista sigue de viento en popa y el odio al pueblo y a la democracia es más que evidente. En la política de la guerra promovida por Iván Duque y el uribismo ha sido protagónico el papel jugado por altos mandos del ejército colombiano.